Allá voy, contra viento y marea. Otra vez, una misma pelea. Ni siquiera sé si vale la pena, pero tengo ganas de probar si la suerte me va a acompañar de una puta vez o si es un mito más.
Acá estoy, me agarrás despeinado. Éstos son mis tesoros guardados: una flor, un buen vino picado, un saquito de té que está usado, un impuesto de amor del que siempre estuve excento hasta hoy.
Y ahora sé, que puedo estar sin vos. Cómo hacer que quiera estar sin vos.